Mientras iniciaba mi semana laboral esta mañana me he dejado acompañar por la revista de El País Semanal, algo que suelo hacer todos los lunes. Al llegar al artículo de Maruja Torres se me ha quedado colgada una sonrisa y en cuanto he tenido oportunidad me he puesto a bucear en la historia que relataba. María Amelia López Soliño tuvo la suerte de tener un nieto estupendo que le regaló por su noventa y cinco cumpleaños un blog y este obsequio le cambió la vida: recibió el premio internacional BOBs, tras casi tres años de dedicación a ese mundo que hasta entonces había estado vedado para ella. Ahora, que ya no está, un grupo de gente de esa curiosa que se mueve por el mundo ha estado pensando cómo seguir con ese espíritu activo de María Amelia y se les ha ocurrido crear un grupo para recibir y canalizar cuantas iniciativas personales se nos ocurran.
Hace menos de un mes, alguien a quien conozco y quiero, ha decidido apuntarse a un curso de informática, justo ahora, que está en su tercera juventud. El teclado no lo tiene muy controlado todavía, el ratón se muestra un tanto esquivo, pero ... ahí está, con sus apuntes a cuestas intentado manejarse en ese mundo hasta ahora incomprensible para ella que, día a día, se le hará un poco más cercano. Al leer esta mañana ese artículo no he podido evitar sonreír al pensar que, tal vez, dentro de un tiempo, sin necesidad de que se lo regale nadie, mi jovencita pinturera se cree su propio blog para charlar con los demás de sus cosas: recetas de cocina, maquetas, sellos, política en general y despropósitos particulares ....
Si cada uno de nuestros mayores tuviera la posibilidad de acceder a este medio, seguro que todo nos iría mucho mejor. A ellos y a nosotros, a todos. Me gustan las buenas iniciativas, así que, por aquí os dejo todos los enlaces habidos y por haber. Por cierto, si conocéis a algún chiquilín bloguero no dejéis de informarle .... seguro que le plantaréis una sonrisa ladeá en la cara.